Una travesía en aguas del río Paraná

Llegó la estación más calurosa en Paraguay y el sur del país busca cautivar a los veraneantes ofreciendo algo inolvidable. Desde la Sociedad Paraguaya de Canotaje invitan a las per­sonas a aventurarse reali­zando un paseo en kayak, o practicando el canotaje olím­pico, y de paso disfrutar de una vista privilegiada sobre aguas del río Paraná que corre por los cauces hídricos ubicados entre los distritos de Encarnación y Cambyretá.

Aprovechando el clima vera­niego y la buena calidad de agua que ofrece el arroyo Kuri’y, un paseo en kayak es una exce­lente opción para aventu­rarse en esta mágica ruta de agua cristalina, rodeada de un majestuoso bosque que invita a los pasajeros a respirar aire puro y descansar del ruido continuo de la ciudad. Para el paseo utilizan un kayak espe­cial, que se conoce como kayak de travesía (es rápido gracias a su longitud, muy estable y cómodo). No hay que tener un conocimiento previo para asis­tir, antes de entrar al agua se dictan algunas técnicas para los que no remaron nunca. El viaje se inicia desde el sec­tor de la sede y va unos 3 kiló­metros hasta llegar a una de las islas, donde el tripulante puede bajar, estirar las piernas, descansar los brazos, sacarse algunas fotografías y tomar nuevamente rumbo a los 3 kiló­metros de retorno.

“Para quienes busquen realizar este tipo de paseos, el requisito principal es tener ganas y ani­marse. Hacer kayak está catalo­gado como uno de los deportes más seguros. Además, bajamos con el chaleco salva vidas, es el seguro de vida que tiene la per­sona. Nos ocupamos para que estén bien cuidados en el agua con todas las herramientas necesarias. Al agua hay que dis­frutarla y eso es lo que transmi­timos”, manifestó Rubén Brí­tez, encargado del lugar.

Es un paseo ideal para la fami­lia y amigos, pueden hacerlo el día que quieran siempre y cuando el clima sea favora­ble, el horario debe ser coor­dinado con el encargado. La vestimenta tiene que ser cómoda, usar en lo posible ojotas (zapatillas de goma), una gorra o sombrero, apli­carse el protector solar, lle­var una botella de agua para hidratarse y tener el celu­lar para poder filmar y sacar muchas fotografías del inol­vidable paseo que tiene una duración total de 3 horas aproximadamente, con un costo de cincuenta mil gua­raníes por persona. Para con­tactar tienen su página en el Facebook como “Sociedad Paraguaya de Canotaje” o al número (+595)984-249616 con Rubén D. Brítez, quien podrá guiarles el camino.

Se encuentra apostada desde hace unos 4 años en Itapúa, estuvieron por un año en Encarnación sin sede fija, hasta que lograron tener su propio local en el barrio San Francisco de Cambyretá, gracias al trabajo incansa­ble de los promotores de este deporte y las autoridades que apostaron por el mismo. La sociedad está dirigida por Rubén Darío Brítez (47), ciudadano argentino de raíces paraguayas, quien logró la medalla olímpica en Portu­gal a sus 19 años, actualmente cuenta con 63 alumnos (43 menores y 20 adultos). Según estuvo comentando a nues­tro medio, llegar a Paraguay con el canotaje fue todo un proceso de adaptación, ya que en nuestro país muchos ven al agua como algo que ahoga, sin embargo, instru­yendo a las personas, cada día va ganando más seguidores.

La cultura de arrojar basura en los arroyos sigue siendo una problemática latente en algunos inadaptados de la ciudad, situación que empuja a los fanáticos del remo a organizarse y limpiar los desperdicios, así como también las ramas y plan­tas que a veces entorpecen la ruta acuática. Solicitaron a las autoridades el acompa­ñamiento para mantener en orden esta riqueza natural y así evitar la contaminación de la misma.

La Sociedad Paraguaya de Canotaje es la primera y única institución que tene­mos en el país de esta cate­goría, que tiene como miem­bro al entrenador, alumnos y la comisión de padres. Desde la organización ya realizaron campeonatos internacionales donde Paraguay tuvo su desta­que. Por otro lado, explicaba el entrenador que realizan 12 clases mensuales, donde los “cadetes” (jóvenes de catorce años para adelante) asisten los días lunes, miércoles y viernes, y los “alevines” (niños de seis años para adelante) van los días martes y jueves. El costo mensual por alumno ronda los 250 mil guaraníes. Son requisitos para inscribirse en la escuela de canotaje: Che­queo médico, fotocopia de cédula de identidad y la auto­rización de los padres, encar­gados o tutores del menor.

“Esta disciplina es muy com­pleta, además de sus benefi­cios físicos, ayuda a formar carácter y perder el miedo a las competencias”, resaltó Santiago Núñez, de diez años, actual campeón infantil de la Sociedad de Canotaje.

Por su parte, Ariel Núñez, de 14 años, capitán de la Sociedad de Canotaje, además de invi­tar a remar, manifestó que es un deporte terapéutico pues ayuda a despejar la mente, y a vencer el miedo al agua, como fue el caso de una aficionada que, a sus 56 años, luego de las clases, se posicionó como toda una experta en remo.

El Canotaje puede ser prac­ticado desde los 6 años en adelante sin límite de edad. Incrementa flexibilidad, fuerza, ayuda a mejorar la postura, y es un contacto directo con la maravillosa naturaleza que adorna a las aguas del río Paraná.

Según los especialistas en medicina deportiva, la práctica del canotaje mejora el sistema respi­ratorio y cardiovascu­lar. Mediante la práctica de canotaje se realiza un gran esfuerzo físico y se mantiene un movimiento constante que fortalece los músculos, mejora el equi­librio y la coordinación y para la mente es una disci­plina ideal a la hora de eli­minar y prevenir el estrés.

Suele ocurrir que se utilicen las palabras canoa y kayak como sinónimos. Es importante conocer las diferencias entre estas dos embarcaciones, sobre todo si uno pretende iniciarse en el maravilloso mundo del piragüismo. En primer lugar, la diferencia básica entre estas dos embarcaciones, al menos desde el punto de vista deportivo, tiene que ver con la posición del o los navegantes. Mientras que en el kayak el deportista navega sentado, en la canoa lo hace arrodillado.

Otra diferencia tiene que ver con la pala que se utiliza. En el kayak se utiliza una pala de dos hojas, en cambio, en la canoa se utiliza una pala de una sola hoja. Esto implica una mayor dificul­tad para remar y ganar velocidad, ya que se necesita un movimiento extra para llevar la hoja al otro lado de la embarcación. También cabe destacar que pala y remo son dos elementos distin­tos. La diferencia entre ellos es que el remo va fijado en la embarcación, mientras que la pala no. Generalmente, los remos se utilizan en embarcaciones en las que los navegantes miran hacia la popa, es decir, en sentido contrario a la dirección de avance.

En cuanto a la navegación y al rendimiento deportivo, el kayak suele ser algo más rápido que la canoa. Esto se debe, principalmente, a que el navegante se ubica mucho más cerca del agua y en una posición más cómoda, lo que le permite ejercer más fuerza. Además, los kayaks son generalmente más estrechos, estables y ligeros.

Más allá de las diferencias establecidas previamente, también es necesario aclarar que existen muchas similitudes entre estas dos embarcaciones, de hecho, son más que las diferencias. Por ejemplo, ambos permiten la posibilidad de que navegue una sola persona o hacerlo en grupo. Las canoas y kayaks para una persona se clasifican deportivamente en la categoría C1 o K1. En tanto, según la cantidad de palistas puede ser una competencia C2 o K2 (en duplas), o C4 o K4 (en equipos de cuatro). En canoas también se disputa la categoría C10 (para 10 palistas). Ade­más, en ambas embarcaciones el deportista se encuentra mirando hacia adelante, es decir, hacia la proa. La propulsión también es la misma, ya que se utilizan remos para avanzar en el agua a la mayor velocidad posible. En algunos países, como por ejemplo Alemania, se denomina a la canoa con el término kayak canadiense. LN