La preocupación por el momento difícil que están atravesando las fábricas nacionales fue expresada ayer por el gerente de la Cementera Yguazú, Andrés Wardle.
Apuntó que actualmente en el mercado nacional hay una menor demanda, tanto de parte del sector de obras privadas como de obras públicas. “En el caso de las obras públicas nos dijeron que es por el atraso del Ministerio de Obras Públicas con el pago de algunos certificados y es lo que está causando la ralentización de las obras. Entendemos que el ministerio está gestionando créditos para salvar esta situación”, enfatizó.
Añadió que están teniendo menos demanda de bolsas de cemento debido a la inflación. “Entendemos que la inflación hace que para muchos sea un poco más complicado encarar proyectos de refacciones y ampliaciones de viviendas. Hay necesidades más urgentes, como compras en supermercados”, recalcó.
IMPORTADOS. Wardle explicó, en otro momento, que a partir de que tanto Yguazú como la estatal INC están produciendo sin problemas, se ven afectadas por la importación de cemento que está ingresando en grandes volúmenes y hace que se produzca una sobreoferta.
Comentó que desde el Ministerio de Industria y Comercio (MIC) aseguraron que estaban regulando la entrega de licencias de importación según las necesidades, “pero nosotros creemos que está ingresando más de lo necesario”.
Enfatizó que en Cementos Yguazú, por el nivel de ventas que están teniendo y es baja, empiezan a acumular stock y materia prima. “Sin duda que nuestro nivel de venta está por debajo de nuestras expectativas y posibilidades. Además, es difícil competir con los precios del cemento que viene del Brasil”, remarcó.
Precisó que en cuanto a costos, el cemento brasileño de importación puesto al distribuidor está por lo menos 10% más barato que la producción local. Sostuvo que esto se debe a que tiene capacidad de mayor producción y al estar también con un nivel de demanda más bajo tienen la necesidad de colocar ese cemento en algún lado y hacerlo a bajos precios.
Subrayó que esto hace todo más difícil para la producción nacional que tiene una estructura de costos y empleos que mantener.
Aclaró que no están registrando pérdidas, pero ya no pueden seguir acumulando stock en planta. “Si esto sigue así en algún momento vamos a tener que dejar de producir porque no se justifica tener acumulado stock”, sentenció.
Manifestó que la preocupación también está en que se vean obligados a reducir todo, hecho que implica suspensiones temporales de jornadas. “Es a lo que no queremos llegar porque generaría un impacto peor. Nosotros tenemos a más de trescientas personas en relación directa”, remarcó.
Finalmente, el nombrado gerente de Yguazú señaló que la importación de cemento es necesaria para cubrir lo que falta, pero no que ingrese más de lo necesario y deje en malas condiciones a las industrias nacionales.
El MOPC debe a constructoras USD 380 millones
Desde la Cámara Vial Paraguaya (Cavialpa) habían informado que el Ministerio de Obras Públicas adeuda a las empresas USD 380 millones. La deuda también fue reclamada por la Cámara Paraguaya de la Construcción (Capaco), cuyo titular, el ingeniero Daniel Díaz de Vivar, cuestionó que el Estado nunca tardó tanto en pagar sus compromisos, mientras los intereses con los bancos suben, teniendo en cuenta los préstamos asumidos para los trabajos.
El profesional advirtió que cuando se afecta al sector de la construcción hay toda una cadena de empleo que será golpeada por esta situación; mientras que desde Hacienda informaron que enviaron al Congreso un primer préstamo de USD 200 millones para pagar las deudas.